La llegada del frío invita a envolverse en la calidez de un buen nórdico, y para garantizar el bienestar de los huéspedes de tu establecimiento, es importante contar con edredones nórdicos suficientes. De este modo, proporcionas confort y calidez. Sin embargo, su limpieza y secado requiere de algunos cuidados especiales para evitar que se estropeen o pierdan sus propiedades. En este artículo te vamos a explicar cómo secar un nórdico en secadora de forma correcta y eficiente, para que puedas aprovechar estas piezas de equipamiento por mucho tiempo.
Preparativos antes de secar
Antes de secar el nórdico en la secadora, es importante asegurarse de que esté bien lavado y escurrido. Para hacerlo, sigue estos pasos:
- Revisa la etiqueta del nórdico para conocer las recomendaciones sobre el lavado y el secado. Algunos nórdicos pueden necesitar un lavado en seco o a mano, y otros tal vez no sean aptos para introducir en la secadora.
- Elige un detergente suave y sin lejía, y usa la cantidad adecuada según el tamaño y el gramaje del relleno nórdico. Es recomendable evitar el uso de suavizantes porque pueden apelmazar el relleno y reducir su capacidad aislante.
- Lava el nórdico en la lavadora, en un programa delicado y con agua fría o templada. Procura que quede espacio en el tambor para que el nórdico se mueva con libertad, no lo llenes demasiado. Como en tu establecimiento tendrás una lavadora industrial, no habrá problema, pero si no la tienes, puedes recurrir a una lavandería.
- Escurre el nórdico al máximo para asegurarte de que se ha eliminado el exceso de agua, pero sin retorcerlo ni estrujarlo. Puedes usar el centrifugado de la lavadora, y uno adicional puede ser útil. Cuanto más escurrido esté el nórdico, menor tiempo y consumo de energía necesitarás para el secado.
Con estos preparativos, podemos continuar con el proceso de secado del nórdico en la secadora.
Seleccionando el ciclo de secado adecuado
Para secar de forma adecuada el nórdico, es importante tener en cuenta el tipo de relleno y el tamaño de la pieza, y elegir el ciclo de secado que mejor se ajuste a estas condiciones.
En el caso de los nórdicos de fibra sintética, que son los más utilizados en la industria hotelera por ser hipoalergénicos y muy resistentes, el ciclo de secado más adecuado es el de temperatura media con tiempos cortos o medios. A diferencia de otros materiales, no es necesario usar el truco de meter pelotas en la secadora, aunque sí hará falta sacudir el nórdico de vez en cuando para evitar que el tejido forme grumos.
Si la secadora tiene un programa específico para ropa de cama o edredones, úsalo. En cualquier caso, es importante que no sobrecargues la máquina y dejes suficiente espacio para que el nórdico se seque de manera uniforme. También es aconsejable revisar el proceso cada 15 o 20 minutos para comprobar el grado de humedad y evitar el sobrecalentamiento.
En este artículo de Itexa puedes encontrar consejos para saber cuál es la cama más grande y elegir el tamaño de nórdico adecuado.
Consejos para un secado eficiente
Es importante conseguir un secado lo más eficiente posible para obtener los mejores resultados. Además, de este modo se alarga la vida útil del nórdico al evitar su deterioro y se reduce el gasto energético.
Algunos consejos prácticos para secar un nórdico en secadora de manera eficaz son:
- Limpiar el filtro de la secadora antes y después de cada uso, para eliminar el exceso de pelusas y mejorar el rendimiento de la máquina.
- Aprovechar el calor residual de la secadora y no apagarla justo después de terminar el ciclo. Deja que el nórdico se enfríe dentro de la secadora, o sácalo y dóblalo mientras aún esté caliente para evitar las arrugas en buena medida.
- No seques el nórdico más de lo necesario porque puede perder suavidad y esponjosidad. Lo ideal es que quede seco al tacto, pero no esté rígido ni áspero.
- No guardes el edredón inmediatamente después de secarlo. Puede quedar algo de humedad residual que favorezca la aparición de ácaros o moho. Deja que el nórdico se airee durante unas horas, o mejor durante toda una noche, antes de guardarlo en un lugar seco y protegido de la luz.
Cuidados post-secado
Una vez finalizado el ciclo, retira el nórdico y sacúdelo con suavidad para que el relleno se distribuya de forma uniforme y recupere el volumen y la forma originales. Si notas que todavía está húmedo, puedes colgarlo al aire libre en una zona sombreada o ponerlo otra vez en la secadora para un ciclo adicional.
También es bueno revisar si hay alguna rotura o el nórdico se ha descosido en alguna zona. Si notas esto, repáralo lo antes posible para que el relleno no se salga o se desplace. Los edredones nórdicos para hostelería son resistentes, pero el uso continuado y los ciclos de lavado o secado frecuentes pueden debilitar la costura.
Solución de problemas comunes al secar nórdicos
Aunque sigas todos los pasos y consejos para secar el nórdico en secadora, puede que surjan algunos problemas. Estas son las soluciones a los más habituales:
- El nórdico queda húmedo o mojado después de secarlo. Se puede deber a que el nórdico es demasiado grande o pesado para la capacidad de la secadora, a que el ciclo ha sido demasiado corto o a una temperatura demasiado baja. Para solucionarlo, se puede repetir el ciclo de secado con una temperatura más alta y un tiempo más largo. También puedes complementar el secado en la secadora con el secado al aire libre o usar un deshumidificador o un ventilador para eliminar la humedad restante.
- El edredón sale apelmazado o con grumos tras secarlo. Esto puede ocurrir cuando el relleno se aglomera o se desplaza por el movimiento de la secadora, o cuando se seca demasiado y pierde esponjosidad. La solución puede ser sacudir el nórdico con fuerza para separar el relleno y distribuirlo de forma homogénea.
- El nórdico queda encogido o deformado después del ciclo de secado. Es probable que se haya secado a una temperatura demasiado alta y el material se haya encogido por el calor. Para solucionarlo, puedes intentar estirar el edredón con las manos, o plancharlo con un paño húmedo y a baja temperatura, tratando de recuperar su forma.
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